jueves, 26 de febrero de 2009
Noticia en Gijon
En el último mes, pegaron más las mujeres que los hombres en Gijón. Así se desprende de la estadística del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional. En noviembre, según las órdenes dictadas, hubo 63 varones que fueron víctimas de malos tratos frente a 56 mujeres.
NUESTRO CASO
Desde nuestro caso particular, no hemos visto justicia ninguna. Aun hoy al dia que estamos despues de un año y pico que salio el juico contra la ex de mi marido no tenemos sentencia alguna, ahora nos notifican que el juicio se volvera hacer en unos dias, y nosotros como en calidad de testigos, como es que tenemos que testificar si ya lo hemos echo muchas veces? pero es lo que hay, e iremos haber que pasa, porque queremos que esa mujer pague por lo que ha echo, tanta maldad no tiene justificacion, si hay penas para hombres maltratadores, para ellas tambien deben haber.
ASOCIACION
Aqui hoy les dejo la pagina de una web de HOMBRES MALTRATADOS. En dicha web, estan luchando para ver la igualdad de leyes, contra las denuncias falsas, desde donde el foro de gran influencia diaria, nos cuentan sus casos muchos hombres que pasan por el maltrato y denunciados por sus ex-parejas y con denuncias falsas, desde aqui les damos apoyo emocional y entre todos los casos que vemos siempre podemos sacar alguna informacion a lo que podemos hacer, hay mucha gente especializada en el tema y es de gran ayuda...
hombres-maltratados.com
hombres-maltratados.com
El hombre maltratado
Maltratos a hombres
El hombre maltratado existe. No es un nuevo concepto, ni una nueva expresión, ni un símbolo, ni un ejemplo. El maltrato a hombres es una realidad, igual de feroz que el maltrato a mujeres. No hay diferencia.Pero la sociedad, y por tanto las leyes hechas a su medida, no ha querido mantener un concepto de violencia familiar que englobara todos los maltratos que tienen lugar en el seno de una familia, sin distinguir según el sexo de la víctima.La violencia en el ámbito familiar está prevista en el Código Penal español, pero existe una poderosa corriente social que pretende reducir el término “violencia” a la que ejercen los hombres y padecen las mujeres, negando así cualquier opción a que la situación sea la opuesta. Contrario a todo principio de igualdad y de presunción de inocencia, así ha quedado reflejado en la actual Lay Integral contra la Violencia de Género.Naturalmente esta situación conduce inexorablemente a una discriminación cada vez más aguda e insostenible, que no sólo no evita el maltrato sufrido ni por hombres ni por mujeres, sino que además genera una situación propicia para dotar a las mujeres maltratadoras de un arma nueva y muy poderosa contra los hombres: las denuncias falsas.Puesto que la presunción de inocencia de un hombre acusado de malos tratos está cuanto menos muy en entredicho, una denuncia falsa provoca la detención del hombre, su puesta a disposición judicial y con frecuencia la prisión preventiva, con la única esperanza posible del sobreseimiento del caso, que llegará sólo en el mejor de los casos.Pero la presión social a la que están sometidos los jueces es tan grande que la inocencia absoluta no asegura a los hombres la libre absolución en un caso en que no hay pruebas contra él, como debería obligar la presunción de inocencia que existe desde el Derecho Romano (“in dubio pro reo”) y que aparece en el artículo 24.2 de nuestra Constitución. De tal modo que una mujer puede maltratar al hombre con absoluta impunidad, amparada en el sistema judicial.Conscientes de esta situación y del sufrimiento de cientos de hombres atrapados en ella, esta Asociación responde con firmeza y eficacia ante la compleja situación jurídica y social del hombre maltratado.
El hombre maltratado existe. No es un nuevo concepto, ni una nueva expresión, ni un símbolo, ni un ejemplo. El maltrato a hombres es una realidad, igual de feroz que el maltrato a mujeres. No hay diferencia.Pero la sociedad, y por tanto las leyes hechas a su medida, no ha querido mantener un concepto de violencia familiar que englobara todos los maltratos que tienen lugar en el seno de una familia, sin distinguir según el sexo de la víctima.La violencia en el ámbito familiar está prevista en el Código Penal español, pero existe una poderosa corriente social que pretende reducir el término “violencia” a la que ejercen los hombres y padecen las mujeres, negando así cualquier opción a que la situación sea la opuesta. Contrario a todo principio de igualdad y de presunción de inocencia, así ha quedado reflejado en la actual Lay Integral contra la Violencia de Género.Naturalmente esta situación conduce inexorablemente a una discriminación cada vez más aguda e insostenible, que no sólo no evita el maltrato sufrido ni por hombres ni por mujeres, sino que además genera una situación propicia para dotar a las mujeres maltratadoras de un arma nueva y muy poderosa contra los hombres: las denuncias falsas.Puesto que la presunción de inocencia de un hombre acusado de malos tratos está cuanto menos muy en entredicho, una denuncia falsa provoca la detención del hombre, su puesta a disposición judicial y con frecuencia la prisión preventiva, con la única esperanza posible del sobreseimiento del caso, que llegará sólo en el mejor de los casos.Pero la presión social a la que están sometidos los jueces es tan grande que la inocencia absoluta no asegura a los hombres la libre absolución en un caso en que no hay pruebas contra él, como debería obligar la presunción de inocencia que existe desde el Derecho Romano (“in dubio pro reo”) y que aparece en el artículo 24.2 de nuestra Constitución. De tal modo que una mujer puede maltratar al hombre con absoluta impunidad, amparada en el sistema judicial.Conscientes de esta situación y del sufrimiento de cientos de hombres atrapados en ella, esta Asociación responde con firmeza y eficacia ante la compleja situación jurídica y social del hombre maltratado.
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